Pablo tiene cinco años recién cumplidos pero la historia que os cuento tuvo lugar hace dos años por lo cual si hacemos cuentas el niño solo tenía tres añitos. Su gran pasión son los piratas y todo lo relacionados con ese mundo. Una tarde de verano que lo estaba observando hacía aspas como un loco y le pregunte.

 -¿Pablo que haces?

 -Estoy luchando

 -¿Con que?

 -Con una espada

 -¿Y contra quien?

Y de repente me miro fijamente y me dijo con aquellos enormes ojos. ¿pero no lo ves?????. Estoy luchando contra un montón de piratas y voy ganando. 

La verdad es que me quede pensando y llegue a la conclusión, de que es una pena que perdamos la imaginación, porque es algo bueno y gratuito y en estos tiempos que corren, que todo son malos augurios, una buena dosis de imaginación nos puede ayudar mucho y si los niños son tan felices, es porque a ellos imaginación les sobra.....

Este barco le llamo el barco pirata de Pablito, porque se lo hicimos para su quinto cumpleaños y la verdad es que se quedo impresionado, os puedo asegurar que tiene una gran dosis de imaginación

 Este es el comienzo de una gran aventura que queremos compartir con todos vosotros. Siempre nos gusto la estética en la comida y mucho más en la repostería, esa frase de comemos con los ojos para nosotras es lo que mejor nos describe y por eso empezamos este proyecto. 

Si tenemos que decidir de todos los trabajos cual es el que más nos representa, ese sería los árboles de chuches y por eso damos comienzo a este blog con uno de ellos.

Este al que llamamos árbol de flores de otoño fue creado para las mesas de los niños de unas bodas de oro y fueron todo un éxito. Además de adornar las mesas tuvieron un final feliz para las criaturas, ya que decidieron que el otoño se presentara y sus flores acabaran dentro de sus barriguitas. 

Esperamos que con nuestros trabajos y sus pequeñas historias este proyecto cada día crezca un pasito de gallina que por cierto esta frase tiene también su historia pero ya os la contaremos en otra ocasión....